Hace casi un mes que hicimos el primer taller editorial en los espacios de la Librería del Sur Coro y más adelante pudimos volverlo a compartir en el Museo de Arte de Valencia, en el marco de la Feria del Libro de Venezuela.
El encuentro de la mañana del viernes 15 de junio en la Librería del Sur Coro nos permitió disipar nuestras dudas sobre lo valioso que puede ser compartir este tipo de conocimientos, además de hacer algo nuevo dentro de nuestra labor editorial, más que hacer libros, compartir lo que hemos aprendido en el ejercicio de nuestro trabajo. Salimos de este primer taller convencidos de la pertinencia de este tipo de espacios y de la necesidad de continuar haciéndolos.
Lo que más me causó curiosidad en esta primera experiencia con el taller EL ARTE DE ARMAR UN LIBRO, fue que estando dirigido a una audiencia de autores o futuros autores (gente que tiene una idea de libro y desea realizarla), a lo largo del taller el único que se sintió fatigado al cabo de un tiempo fui yo. Ya había calculado los tiempos y al momento de llegar al descanso, todos estaban encantados con la información del taller, mientras yo me sentía algo cansado de hablar.
Esto mismo pude evaluarlo en el Museo de Arte de Valencia una semana más tarde, donde en lugar de levantarnos a tomar agua o ir al baño, simplemente nos sentamos a echar cuentos y cambiar de tema. Lo hicimos como por veinte minutos y al momento de retomar todos estábamos lo suficiente relajados como para continuar.
En ambos casos al finalizar el taller, como ya es costumbre en mí, consulté a los participantes sobre sus expectativas con respecto al taller y si estas fueron cubiertas o no, y ambos grupos coincidieron que es tema apasionante y que en ningún momento se sintieron cansados o aburridos, en lugar de eso opinaron que fue un taller inicial para la evaluación de un libro o proyecto de libro, y que puede extenderse hacia otros talleres que permitan profundizar en los contenidos.
Hace algunos años ya había dictado un taller editorial ajustado a un proyecto editorial distinto, en el cual era posible tener un producto finalizado luego de varias sesiones de taller. Sin embargo en esta oportunidad el resultado final es el valor del conocimiento en sí mismo, y esto sólo es comprobable en el tiempo. Razón por la cual estaremos informando sobre los próximos talleres, unos muy breves y otros que esperan convertirse en auténticos espacios de creación, en donde podamos recrearnos en el arte de escribir y compartir nuestras distintas formas de ver el mundo.
Escribo esta reseña un tanto trasnochada para agradecer a los participantes que me acompañaron en ambos encuentros y muy especialmente a Jairo Rujano por su apoyo disciplinado en la Librería del Sur Coro, a Cherokee Exime, Sherline Chirinos y Merimar Franco por la invitación, el apoyo y las atenciones que tuvieron conmigo en mi paso por la ciudad de Valencia (Venezuela).
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