Luego de la publicación del poemario "Ama de casa" publicado por la Fundación Editorial el Perro y la Rana en el año 2016, el nombre de Yurimia Boscán comenzó a sonar en las tertulias y cículos de lectura.
En el mes Enero de 2017 recibimos un coreo electrón ico de su parte y comenzamos a conversar con la poeta, en aquella oportunidad deseaba publicar su libro "Río de hierba", un poemario que mantuvo guardado desde los años 80's junto a otros libros que vino acumulando con los años. El libro vió luz en el mes de marzo del año 2017.
Yurimia Boscán es una caraqueña, proactiva y multifascética. La conocimos en la pasada edición de la Filven en noviembre del 2017 en Caracas. Descubriendo a una mujer con una juventud asombrosa, y una libertad desbordante. Te habla con la soltura y la confianza de una universitaria mientras demuestra con argumentos su ssçolida formación académica.
Licenciada en Letras (UCV), MSc. en Tecnología Educativa (Unefa), además de profesora universitaria, poeta, narradora y guionista creativa. En el año 2014 obtuvo la mención poesía del Premio Municipal de Literatura Cecilio Acosta, Mención Honorífica del Concurso Nacional I Compilación Literaria (UNEFA/Casa de las Letras Andrés Bello (2011) y ganadora del concurso de cuentos Caracas Guevarista (2009). Entre sus publicaciones en poesía: Poemas (1983); Neón (2000); Ama de casa (2016); Río de hierba (2017). Mantiene en espera de publicación: Los últimos días de la casa, La piel que ata yTamaño Carta (poesías) y Otros modos de decir (cuentos).
También es productora nacional independientes y guionista del programa radial RETRATO HABLADO. Lleva la página de poesía Guayoyo Smogen del semanario Somos Guaicaipuro.
Recientemente ha salido una reedición de su libro "Neón", un recorrido poético por Caracas con imágenes que transitan entre lo místico y el vertigo de la ciudad. En ocasión de este nuevo título de nuestra editorial compartimos algunos de sus poemas.
¡Vuelve mañana, realidad!
¡Basta por hoy, gentes!
¡Más vale no ser que ser así!
Fernando Pessoa
El poema más leído
en mi ciudad
es la página roja
Sus lectores avanzan
entre súbitos frenazos
de autobuses
El metro es una mentira aislada
con luz de subterráneo
No hay sonrisa cínica
simplemente
no hay rostros
La ciudad se eleva
en el color naranja
de las orillas
Allí está la otra parte
y nadie duerme
Simulan vivir
entre la dignidad
y la carencia
La ciudad
mientras más alta
más hondo nos socava
Estación Capitolio
Dentro del edificio
la gente corre de prisa
entre respiraciones
La boca del metro
espera pálida y mortal
Pena de mí
soy como todos
Estación Bellas Artes
Cobijada de esculturas
pretendí reconciliarme
Paseé por árboles e insectos
museos y parques
plazas, buñuelos y polvorosas
Hice del humo oxígeno
No leí la prensa
Me convertí en hormiga
en jardín
en sombra y chaguaramo
En pleno centro
Rezando a no sé qué Dios
en las alturas
desde el fondo
Para no morir de miedo
con las voces del mantel
y las ollas de mi closet
Esperando ver caer las soluciones
en el absurdo trabajo cotidiano
Viviendo —in office—
para los cuentos
que invento:
Había una vez
un rincón con flores y lluvia
¿o lágrimas?
Caracas
para habitar en ti
hay que inventar antídotos
para la muerte
¿o para la vida?
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