Venimos de Coro
Nosotros venimos de Coro, esta es una experiencia que nació para finales de 2000 bajo la figura de una tertulia literaria, éramos todos jóvenes los que la conformábamos. En ese entonces nos reuníamos en la Casa de La Poesía, la mayoría no llegaba a los 20 años, pero también había personas que de repente no estaban en escolaridad, y personas que eran poco mayores que nosotros.
Dentro del grupo estaba Manuel Lugo que vendía incienso en el Paseo Talavera, Javier Marín que era artesano, un policía también se unió al grupo y escribía poesía y la leíamos, y el grupo era bien interesante porque como tuvimos esa pluralidad ya dentro, en cierto modo también nos formábamos con una pluralidad de criterios al mismo tiempo, y fue un poco más rico el compartir, más interesante, cada quien traía su experiencia desde el mundo que vivía, Nestor por ejemplo, trabaja vendiendo helados, uno qué se va a imaginar que un heladero pueda ser escritor y resulta que Nestor tiene ya 20 años escribiendo, con libros inéditos y mucha obra en proceso, y encontrarnos con eso también fue encontrarnos con un aparato editorial que no funcionaba, con un sistema de promoción del libro y de la lectura muy precario, que en cierto modo todavía impera, pero que uno sigue haciendo esfuerzos y uno cree que es posible pluralizar esto, hacerlo una costumbre.
Recientemente, estuvimos viendo dentro de la Universidad Francisco de Miranda, en Coro, algunos experimentos, y yo creo que sólo pueden llamarse así, experimentos, sobre la promoción de lectura y hay unos muy interesantes, sobre todo la lectura en familia, porque dicen que, bueno, tú puedes formar un lector en la calle pero cuando llega a su casa tiene todas las de perder, resulta que tenemos un amigo en Maracaibo que se llama Luis Perozo, que está estudiando Letras pero el papá está en contra de eso, la mamá, los hermanos están en contra de eso, porque resulta que todos ellos se dedicaron a la ingeniería petrolera, “¡cómo vas a estudiar eso! ¡Eso no sirve!”, y él bueno, está en esa lucha.
Un proyecto de independencia
Al principio tratamos de hacernos los más independientes posible, primero no quisimos registrarnos, tuvimos una resistencia muy grande a registrarnos, a esa figura legal de tener un presidente, un secretario, un tesorero y demás. Pero sí queríamos editar, empezamos sacando una hoja con papel reutilizado, nos regalaron papel de una institución, eran como dos cajas de papel, y buscando formas de imprimirlo nos pusimos a buscar cuánto costaba la tinta para recargar cartuchos porque lo que teníamos era una impresora, si podíamos recargar cartuchos, cuánto costaba sacarlo por fotocopias, cuánto costaba sacarlo por imprenta, cuánto costaba… y como todos éramos estudiantes pobres, de-escasos-recursos, pues no teníamos para eso y tampoco queríamos ponernos a merced de la institución, de los recursos de la institución, que si tiene la publica y si no tiene pues te aguantas, y era lo que había pasado y que pasó de hecho con dos publicaciones muy importantes que precedieron a la revista Cubile, que fueron la revista Oikos y la revista Ventanal. Ambas revistas son revistas de lujo, muy bien elaboradas, con un equipo editorial muy bien conformado, personas con mucha experiencia, desde los diseñadores gráficos hasta los escritores que publicaban ahí, escritores de mucho peso, sin embargo ambas contaban con los recursos del Estado o los recursos de las instituciones y cuando las instituciones no pudieron seguir financiando ahí pues murió la flor y ahí murieron muchos de esos hacedores.
Nace la Hoja Poética
En nuestro caso, comenzamos con la Hoja Poética, duramos dos años editando la Hoja Poética mensualmente, al cabo de dos años decidimos cambiarle el formato y a la mitad ya queríamos cambiar el formato porque en la Hoja sólo cabían poemas y bueno, mensajes, eslóganes, y de repente citas de algunas cosas, pero no cabían un cuento ni un ensayo completo, y era pues andar con una pata coja, porque nos estábamos relacionando con muchos escritores y sólo estábamos dándole cabida a una parte de ellos.
Luego la revista
Entonces decidimos sacar la revista, al principio salía toda en papel, portada en papel, todo en papel, cuatro hojas eran las que la conformaban, después queríamos que la revista número a número fuera creciendo, pero también al momento de plantearnos la revista teníamos que plantearnos la forma de financiar la revista, y pensamos también en las personas a las que nosotros les llevábamos la Hoja Poética y la aceptaban, los que nos daban ese feedback, los que nos respondían y los que escribían, y el número de esas personas estaba alrededor de los cien, entonces bueno teníamos cien lectores asegurados, entonces para qué vamos a hacer una edición de 500 ejemplares si tenemos 100 lectores, sacamos 100 ejemplares, vendimos los 100 ejemplares en 1000 bolívares, y con esos cien mil bolívares teníamos para comprar más tinta, más cartuchos, más papel para seguir editando. Poco a poco la revista fue cambiando de forma, al principio fue muy experimental, le cambiábamos fuentes, le cambiábamos el diseño, los programas en que estábamos diseñando, le cambiábamos las ilustraciones, número a número fue un experimento constante, ya a finales del año pasado decidimos parar un poco los experimentos y comenzar a evaluar lo que había funcionado y decidimos cambiar la imagen de la revista, las fuentes y el diseño y quedarnos con una cosa establecida, ya una figura que pudiera ser reconocida y además fuera agradable al lector, así pues llegamos a este formato, fuentes muy legibles, agradables a la vista y cómodas a la lectura.
Nace Ediciones Madriguera
¡Todos somos editores!
También dentro de ese proceso se dio el momento en que yo entré a trabajar con El Perro y La Rana en las imprentas regionales y tuve la oportunidad de aprender mucho de los diseñadores de El Perro y La Rana y nutrirme en ese campo. Yo tampoco era diseñador, nos tocó hacernos diseñadores, nos tocó hacernos editores, nos tocó aprender muchas cosas, a arreglar las computadoras, también para no pagar servicio técnico y ese tipo de cosas. Básicamente el proyecto del Grupo Musaraña, al principio tenía un nombre y después también cambió de nombre, porque queríamos que fuera el sitio donde se reúne la musaraña, y ya estaba saliendo la hoja poética La Madriguera, y decidimos que la editorial iba a ser Ediciones Madriguera y bajo esa figura ya existe una estructura de trabajo y una estructura de trabajo que también se ha simplificado mucho y ha llegado a cierta efectividad, antes tenía la figura piramidal, Ennio es el líder, porque siempre los grupos parecen necesitar alguien que lidere, y si no se nombra pues lo nombran, en mi caso me nombraron y me tocó arriar con el asunto, pero nunca me agradó la idea de un líder pues se supone que todos somos adultos, todos tenemos responsabilidades y todos tenemos que asumirlas, entonces pasamos a una estructura horizontal donde todos tenemos responsabilidades compartidas, todos tienen una parte del trabajo en su haber, todos somos editores. Entonces nos ahorramos el hecho de poner en el directorio de la revista diseño, ilustración, montaje, corrección, edición, dirección, y todo ese rollo que es también algo impuesto, algo que no es natural sino que es impuesto.
Cubile una revista venezolana
Para cerrar este tema (Jenifeer les va a hablar de los libros). La revista recientemente ha salido un poco más del Estado (Falcón), nos hemos relacionado mucho con compañeros escritores especialmente jóvenes, por ejemplo en Yaracuy, en Maracaibo, en Caracas, en Valencia, en Mérida, Barquisimeto, también y muy especialmente pues con la gente de acá de Pueblo Nuevo con quienes estamos relacionando mucho el trabajo que ellos hacen y el trabajo que nosotros hacemos, y tratamos siempre que la revista salga, salga del estado. Hemos tenido experiencias con ediciones nacionales de la revista Cubile, una edición planificada por las mujeres que estaban dentro el grupo, una edición especial de mujeres para el mes de septiembre de 2008, se convocó a nivel nacional desde septiembre por correo electrónico y muchas mujeres de todo el país mandaron (trabajos), mandaron de Amazonas, de Delta Amacuro, de Cumaná, de muchas partes del país, escritoras reconocidas o no, fue la oportunidad de sacar una revista con un sondeo de lo que las mujeres están escribiendo a nivel nacional, que tampoco es con una intención sexista y nada de esto de decir “lo que escriben las mujeres y lo que escriben los hombres”, en ese caso pues la edición se hizo para noviembre-diciembre de 2008, y se hizo rodar por varios estados, se envió por correo a varios estados, especialmente a las personas que habían participado y se publicó en Internet para que las personas lo pudieran revisar también. A partir de eso nosotros empezamos a utilizar las dos modalidades, en ese entonces nosotros teníamos la página web como un órgano informativo, pero empezamos a utilizarla como un espacio para la publicación de la revista, y resulta que la revista la empezaron a leer en muchas partes dentro del país y fuera del país vía Internet, se informaban casualmente del proyecto del Grupo Musaraña, Ediciones Madriguera y caían en la página y veían el proyecto, y dejaban comentarios, o se comunicaban por correo.
Para América Latina y el Caribe
A comienzos de este mes nos llegó un correo que fue una gran alegría, estábamos planificando un evento que es un recital que el grupo organiza, invita a escritores de distintas partes y se llama Por Puesto Madriguera, con la figura de una buseta con los poetas encima y pues lo montamos en distintos espacios; estábamos organizando eso cuando nos llegó el correo de la Universidad de Florida, que quería incluir la revista Cubile como una de las publicaciones venezolanas en Literatura, dentro de la biblioteca digital del Caribe que ellos mantienen, y pues para nosotros fue una alegría muy grande. Mantener el esfuerzo por tres años editando la revista Cubile y con un método muy artesanal, un método de amanecer imprimiendo, trasnocharnos haciendo este trabajo y a veces faltar a clases y todo, fue como una pequeña recompensa, ser incluidos ahí como una revista venezolana, como una revista periódica venezolana, esa es una alegría que compartimos con los amigos desde que nos fue informado. Ya la revista para este sábado dios mediante, vamos a subirla a su servidor y ellos la colocarán pronto allí, para que la consulten no solamente las personas que acceden desde Venezuela sino desde cualquier parte del mundo a esa biblioteca digital. Esa es una alegría que también paga mucho el ser tercos, porque somos tercos al no querer ponerle un patrocinio a la edición, es una pequeña paga por eso. Muchas gracias.
Jenifeer Gugliotta
Libros Antiofídicos
Siguiendo en la misma dirección de Ediciones Madriguera, les presentamos ahora los Libros Antiofídicos. Este es un proyecto que teníamos desde hace ya varios años, queríamos publicar nuestros propios libros. En el 2006 publicamos un libro, se llama Antología de la cueva, donde está una pequeña selección de los integrantes que conformaban el Grupo Musaraña en aquella época, luego al año queríamos publicar libros de forma individual pero nunca tuvimos la oportunidad, seguimos trabajando con las demás ediciones hasta que por fin, el año pasado, a finales, pudimos reunir el dinero y las personas necesarias para poder hacer la edición de los Libros Antiofídicos. Estuvimos trabajando Ennio, Mariana Chirinos, que es la otra editora y promotora de toda esta locura, y mi persona. Son cinco libros, pero ya uno de los libros está agotado, es de la profesora Emily González, Por arte de rocola, se llama, es un libro de poemas. Con ese poemario ella ganó el concurso patrocinado por el diario Nuevo Día, y nosotros se lo publicamos. El libro de Carlos Galeano, un compañero extranjero, colombiano, que se llama Presencia ancestral, es un libro de poemas, y está ilustrado por él. Poemas dedicados a la comunidad indígena. Es bellísimo. De Ennio Tucci, mi compañero, Tiran piedras los niños, una selección de poemas también, algunos poemas que él publica acá ganaron concursos en la universidad Francisco de Miranda. Este es un libro de cuentos, de Mariana Chirinos, es el único libro de cuentos que sacamos en este lote de libros Antiofídicos, esta selección ganó también concurso en la universidad Francisco de Miranda pero son concursos que no generaban una producción impresa y ella quería publicarlos porque la idea es esa, que los demás puedan leerte (entonces) ella lo publicó con nosotros. Y mi libro 490h es una selección aparte, yo gané concurso también en la Francisco de Miranda pero es otra selección, algunos poemas están incluidos en el concurso, las imágenes son de Mariana Chirinos, ella es escritora y es artista plástico.
Contra las serpientes
La colección Libros Antiofídicos tiene una característica especial, el suero antiofídico se usa para contrarrestar el veneno de las serpientes, y otra cosa es que la musaraña es un roedor muy veloz y mata serpientes, entonces todo va dirigido hacia las serpientes, por ejemplo uno saca un libro, cuando tú publicas te enfrentas digamos que al lector, a lo que él pueda decir de ti, y muchas veces aunque dependiendo del tipo de lector no serán cosas agradables, entonces queríamos inyectarle pues ese suero antiofídico a los libros para esos venenosos a los que pueda llegar.
Ennio Tucci
No son libros normales
Por otro lado, fue una lucha para el grupo llegar al formato del Libro Antiofídico, no es un libro normal, es un libro muy anormal, gracias a dios, es un libro que de hecho no está clasificado dentro de la categoría libro, la UNESCO dice que un libro tiene que tener más de 50 páginas, nosotros necesitábamos que fuera una publicación económica y no nos convenía que tuviera tantas páginas, y por otro lado (necesitábamos) que fuera fácil de editar, que fuera económico, por eso hicimos experimentos con muchos formatos, hicimos un experimento con este formato y no nos gustó hasta que lo ilustramos, y entonces cambiaba todo, porque todo el espacio de la hoja nos permitía mover los textos, nos permitía jugar mucho con la imagen también, y que fuera un libro agradable además de sólo una publicación. En cierto modo todo gira como en torno a la musaraña, la musaraña come serpientes, entonces los libros son antiofídicos; las Ediciones Madriguera, donde se reúne la musaraña; y, la página web Madriguera, donde (todo) converge.
(Transcripción de José Javier León,
grabada el miércoles 17 de marzo de 2010)
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